«Durante la etapa preescolar, los niños están sujetos a constantes interacciones con el mundo externo, por lo que deben socializar e interactuar con un sinfín de personalidades y formas de ser diferentes, debido a ello, es fundamental que los niños desde primera infancia reciban una formación multidimensional, es decir, la educación no puede reducirse únicamente a lo académico, a la obtención y procesamiento de la información, o al desarrollo estrictamente cognitivo (…), sino que debe abarcar todas las dimensiones de la existencia humana»
(Dueñas, 2002, citado en García, 2012:11)
En etapa preescolar, es muy importante que los niños logren conocer y controlar sus emociones, ya que, están en pleno desarrollo y adquisición del aprendizaje. No debemos enfocarnos solo en su aprendizaje académico como aprender las vocales, los números, conteo, etc. debido a que en este momento, los niños comienzan a experimentar diversas sensaciones, inseguridades, miedos, expresiones fuertes, cambios, etc. Por lo mismo, como padres debemos ser capaces de guiar a nuestros hijos para que adquieran una emocionalidad sana, equilibrada y que sean capaces de comprender sus estados anímicos y poder regularse por sí mismos. Para ello, es primordial que contemos con algunas herramientas o estrategias para ser guías emocionales en el desarrollo de nuestros hijos.
¿Qué estrategias puedo utilizar con mi hijo(a) para favorecer su emocionalidad?
Es de mucha utilidad contar con algunas estrategias o rutinas para orientar a tu hijo (a) en los momentos cruciales de su vida.
-Cuando deba realizar algo que no le gusta, pero que es importante para él/ella:
Explícale de manera tranquila pero firme, que deben realizar esa acción para su bienestar, explícale los motivos, y evitemos recurrir al «porque yo digo», «porque soy tu mamá/papá,etc», ya que esa respuesta no los deja satisfechos y no favorece la relación padres e hijos. No seamos padres autoritarios, pero debemos favorecer la ejecución de las normas o las reglas de manera que el niño(a) comprenda su importancia y las cumpla de manera voluntaria.
–Cuando tu hijo(a) tiene momentos de rabietas o pataletas:
Deja que tu hijo(a) exprese sus emociones, no las contengas, no le digas: «no llores», deja que se exprese y que suelte sus emociones. Si es necesario, abrázalo, escúchalo, míralo a los ojos y preguntale ¿Qué sientes? ¿Qué te hizo sentir así? ¿Qué necesitas para estar mejor? Debes conversar con tu hijo (a), estableciendo una escucha «activa».
¿Qué es la escucha activa? ¿Qué hago para que mi hijo (a) se sienta escuchado?
Algunas señales o conductas para establecer una escucha activa son:
-Mantener contacto visual con nuestro hijo(a).
-Mover la cabeza asintiendo, a modo de que comprendes o estas atenta a lo que te dice.
-Utilizar palabras como «ya», «ajá», «te entiendo», «ok» mientras estás escuchando a tu hijo, para que vea que sigues su conversación.
-No interrumpas cuando se está expresando, espera que termine.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo(a) a relajarse cuando está estresado o enojado?
Pasos para que nuestro hijo (a) se relaje:
Primero debes decirle a tu hijo (a):
-«Respiremos profundo (realizar en conjunto el ejercicio, tres veces)»
-«Contemos hasta 10 juntos». (puedes tomarlo de las manos si lo permite)
Luego, cuando esté más calmado:
-Toca sus hombros o sus manos y pregúntale ¿Qué sientes?
-¿Por qué te sientes así?
-Qué necesitas para sentirte mejor?
Estas preguntas permitirán que tu hijo logre identificar sus emociones, comprenderlas, verbalizarlas y finalmente el objetivo es que pueda regularlas. Todas estas instancias deben ser guiadas por un adulto significativo, quizás en un comienzo no resulte como esperas, pero si te acostumbras a abordarlo de esta manera, verás los avances cada vez que tu hijo (a) tenga emociones que no pueda controlar.
Es sumamente importante, en esta época de contingencia sanitaria, que puedas conocer cómo abordar las necesidades emocionales de tu hijo(a), ya que, muchos de los niños no estan asistiendo a clases, por lo tanto, se están perdiendo muchas interacciones y momentos enriquecedores en su formación personal, emocional y conductual.
Las personas con un desarrollo apropiado de las habilidades intrapersonales reconocen,
(Petro, Sánchez,Buriticá y Villareal, 2014, p.26)
manejan y expresan sus emociones de manera adecuada y en situaciones diversas,
dominan sus impulsos, controlan el estrés y la ansiedad, regulan sus comportamientos y
perseveran para superar obstáculos.
*Habilidades Intrapersonales: Identificar las propias emociones, comprenderlas, conocerse a sí mismo.